26.12.11

¿Iguales ante la ley? ¡Ja! ¡Ja! y ¡JAAAA!

Toda LA CASTA está encantada con el discurso del monarca. Sin decir nada, parece que ha dicho todo. ¡Como siempre!

El problema radica en que todos conocemos la teoría, pero también sufrimos todos la práctica. Y la realidad es que aquí se indulta más fácilmente a los banqueros que a los delincuentes comunes, por mucho que hayan pagado su pena con creces. Es más, éstos últimos siguen en la cárcel un tiempecito, después de ser indultados. El banquero, ni se ha enterado prácticamente de su procesamiento ni de su comportamiento delictivo. Al revés. Ha recibido el mensaje de que puede seguir haciendo lo que le salga de los cojones, digan lo que digan los tribunales. Que aquí manda quien manda y punto.

Pero la mayor desigualdad práctica yo la veo en los deshaucios. Comparemos a un pobre deshauciado, que no ha cometido delito alguno, con un político corrupto condenado (indultado o no). El deshauciado lo único que ha hecho es lo único que podía hacer: no pagar una deuda. Y en la mayor parte de los casos, nadie me negará que ni siquiera ha sido intencionadamente, sino producto de la mala suerte: Haberse quedado sin trabajo, tener la mala costumbre de comer, tener otras prioridades vitales... No había intención, ni comportamiento delictivo. Pero su condena es de por vida: Se quedan sin casa pero con deuda pendiente, quieran o no quieran. Sea justo o injusto. Responsabilidad del banquero en sus problemas: CERO ZAPATERO.

Los corruptos, en cambio, pueden haber estado ROBANDO a manos llenas de las arcas públicas (y privadas) que, primero, hay que presuponer su inocencia aunque el dinero no aparezca y nos conste su responsabilidad aunque sólo sea por el cargo que ostentan, y segundo, con suerte, tras un juicio, se quedan tan agusto tras unos meses en la trena y aquí paz y después gloria. Y eso si no les llega antes el indulto. Pero de devolver el dinero robado no se acuerda ni el juez, ni el gobierno que les indulta, ni su partido como responsable civil subsidiario, ni ellos mismos (por supuesto). Y su deuda suele ser muchísimo mayor (casi tanto como su ostentación pública y vergonzante) que la de cualquier pobre deshauciado.

Algo no cuadra. No. No todos somos iguales ante la ley. De eso, estoy seguro.


Carlos Zaragoza


2 Comentarios:

Blogger Holgazán dijo...

Ainda mais, que dicen los gallegos:

1. Dicen que el indulto no es una amnistía, que no es un olvido, que sólo conmuta el cumplimiento de la pena. Pero resulta que al banquero indultado (que no amnistiado) se le mantiene la honorabilidad para seguir dirigiendo bancos. Claro que, desde cierto otro punto de vista... ¿por qué no?

2. Otros, que no llegan a la honorabilidad oficial cumplen pacientemente sus [escasas] penas... hasta que cumplidos los dos tercios de las mismas salen a la calle... a disfrutar de lo robado que, según parece, ya nadie les reclama. ¿Dónde están los 5.000 millones de pesetas de Roldán?

3. Ya veremos qué dinero devuelven Urdangarín, Camps y similares cuando, tras salir cumplir el 66% de las penas que eventualmente se les impongan (que está por ver que se les impongan), salgan de prisión. O Neri, por otro ejemplo...

Menuda vergüenza...

27 de diciembre de 2011, 19:14  
Blogger Atreides dijo...

S.M. el Rey ha subrayado un principio. Pero es un hecho que la Justicia no es igual para todos, eso ya se ve con la Constitución, porque el TC decide en función de mayorías políticas y no de los principios fundamentales del derecho. También se ve con los etarras que reciben un trato desproporcionadamente benévolo por sus asesinatos. Tambuén se sabe que si alguien es muy importante o tiene influencias, lo más probable es que no le pase gran cosa por muy gordos que hayan sido sus ilegalidades.

27 de diciembre de 2011, 19:30  

Publicar un comentario

<< Inicio